En medio de apagones de ocho horas diarias, el Ejecutivo ecuatoriano anunció el denominado “Pico y Placa eléctrico” para el sector privado.
De acuerdo con la nueva normativa, los acuerdos no podrán superar las 40 horas semanales y en el caso de que sean mayores deberán cumplirse los pagos de horas suplementarias o extraordinarias de conformidad con el Código del Trabajo.
Quienes se ajusten a la disposición podrán optar por jornadas de 7:00 a 17:00 (10 horas diarias) aplicables para los días lunes, martes, miércoles y jueves, o ese mismo horario de jueves a domingo.
Ecuador enfrenta la sequía más severa de las últimas seis décadas, así como falta de inversiones en el sector energético, lo cual provocó que desde el pasado 23 de septiembre los cortes de luz fueran más prolongados, de 10 y hasta 12 horas de apagones.
La falta de fluido eléctrico complica las actividades cotidianas, laborales y productivas en el país, cuyo sector empresarial estima la pérdida de 12 millones de dólares por cada hora de desconexión.
El presidente, Daniel Noboa, anunció que en las próximas semanas se reducirá paulatinamente el tiempo sin corriente para el sector residencial, sin embargo, analistas advierten que esa decisión carece de un sustento técnico, pues no están previstas lluvias para los próximos días.
Este martes, el nivel de agua del embalse de Mazar, del cual dependen tres hidroeléctricas (Mazar, Paute-Molino y Sopladora), volvió a tocar niveles por debajo del nivel crítico y se ubicó en los 2113,9 metros sobre el nivel del mar.
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