Quedan 48 horas de campaña antes de la veda electoral que inicia el viernes 25, antesala de la porfía del próximo domingo, cuando los uruguayos votarán por la presidencia de la República y la composición de las cámaras de Diputados y el Senado.
También por sendos plebiscitos; uno por habilitar los allanamientos policiales nocturnos, y otro a favor de cambiar la actual ley de seguridad social, en particular el régimen previsional que comprende a jubilados y pensionados.
Con el abanderado del opositor Frente Amplio (FA), Yamandú Orsi, como favorito, la campaña se anima con la repartición callejera de las listas electorales y por una ofensiva en los mensajes en la radio, televisión y redes sociales.
Los principales candidatos ya cerraron sus compromisos principales y Orsi lo hizo la víspera en un multitudinario acto acompañado de su candidata a la vicepresidencia, Carolina Cosse, exintendenta de Montevideo, en un céntrico parque de esta capital, donde el FA tiene su mayor caudal.
El nominado por el FA prometió un gobierno de cambio, a favor de todos sus compatriotas, aunque con énfasis en los que hoy han quedado relegados.
Casi a la misma hora su principal contendiente, el exsecretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, hizo su cerrojo en la localidad de Las Piedras, departamento de Canelones, tal y como lo hizo Lacalle Pou en la primera vuelta de 2019.
Entonces el actual mandatario perdió en primera fecha, pero negoció la coalición que le llevó a la presidencia en el balotaje.
Ahora Delgado va también de segundo, con la intención de remontar, aunque una encuesta de última hora afirma que la mayoría de sus compatriotas, más allá de preferencias políticas, creen que su rival frenteamplista será el próximo presidente para el período (2025-2030).
Los directivos de las principales encuestadoras uruguayas consideran que el Frente Amplio tiene ahora las mejores probabilidades, en una campaña que tuvo en su mayor recorrido lo que algunos analistas llaman “apatía” de la ciudadanía.
Sin embargo, los últimos actos conclusivos de los candidatos mantienen la imagen de que la cita del domingo próximo pudiera ser definitoria para decidir las cuentas y posiciones del Parlamento, y apuntan a que Orsi y Delgado discutan los votos en el balotaje, el 24 de noviembre.
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