Con 101 años, era la miembro de mayor edad de esa familia, y su muerte ocurrió el 15 de noviembre, luego de varias recaídas de salud.
El público en general también pudo presentar este martes sus respetos en el cementerio Toshimagaoka, en el barrio Bunkyo de Tokio.
Cuando conoció del fallecimiento, el primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, resaltó que, como miembro de la Familia Imperial, la princesa contribuyó a una amplia gama de campos, como la medicina, la cultura, el deporte y la cooperación internacional.
De manera puntual, reconoció su participación a lo largo de años en proyectos sobre maternidad y crianza de niños, y destacó una estrecha relación con el pueblo de Japón.
Yuriko estuvo casada 75 años con el príncipe Mikasa, fallecido en 2016, que era hermano menor del emperador Hirohito y tío del actual emperador, Naruhito, además se le considera el miembro de la familia imperial que alcanzó la edad más avanzada desde la era Meiji, cuyo comienzo se sitúa a finales del siglo XIX.
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