“Hacemos plenamente responsable a la administración estadounidense de la continuación de esta sangrienta agresión”, afirmó en un comunicado el vocero presidencial palestino, Nabil Abu Rudeina.
El funcionario criticó el continuo respaldo de Washington a la estrategia militar del primer ministro Benjamin Netanyahu.
También condenó los desafíos y violaciones de ambos aliados a las leyes y normas internacionales.
Rudeina denunció que Netanyahu y sus socios en el poder buscar desplazar al pueblo palestino en el enclave costero, en especial en la zona norte, bajo una ofensiva ininterrumpida desde hace dos meses.
El mundo debe adoptar medidas urgentes para proteger a la población de Gaza y Cisjordania, señaló el portavoz, quien demandó el cumplimiento de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el tema.
En reiteradas ocasiones las autoridades palestinas cuestionaron el respaldo de la Casa Blanca a los crímenes israelíes en los territorios ocupados.
En mayo, el portal noticioso israelí Ynet, que citó a un funcionario palestino, reveló que el presidente palestino, Mahmoud Abbas, se negó a recibir al secretario de Estado Antony Blinken en Ramala, durante una gira de este último por la región, porque “está muy enojado con él”.
Por su parte, el periódico Al-Quds explicó que el gobernante también rechazó reunirse con Blinken al margen de las reuniones del Foro Económico Internacional, celebrado en Riad, Arabia Saudita.
La negativa al ingreso de Palestina como miembro pleno de Naciones Unidas constituye una agresión flagrante contra los derechos de nuestro pueblo, su historia, su tierra y un desafío a la voluntad del mundo, afirmó Abbas en abril en una entrevista con la agencia oficial de noticias Wafa.
Mientras la comunidad internacional trabaja para apoyar nuestra causa, la Casa Blanca respalda a la ocupación israelí y se niega a obligar a ese país “a detener la guerra de genocidio contra Gaza e incluso le suministra armas y dinero”, denunció entonces.
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