Una tentativa de ataque híbrido, grande y feroz, tuvo lugar contra nuestra nación, declaró Vucic en rueda de prensa, donde señaló que Serbia no tiene «ninguna relación» con el hecho y que la policía inició su propia investigación.
El viernes por la noche se produjo una explosión en el canal Ibar-Lepenac, que suministra agua a cientos de miles de habitantes del norte de Kosovo y a una parte de la capital, Pristina.
Ese enclave es esencial para los sistemas de enfriamiento de dos centrales eléctricas que de detenerse dejarían a oscuras a todo el país.
La víspera quedó restablecido el suministro, y el accidente no tuvo ningún impacto en la producción de electricidad, pero sí que perturbó el abastecimiento del preciado líquido, según la prensa local.
Belgrado y Pristina tienen unas relaciones difíciles con frecuentes aumentos de la tensión, sobre todo en el norte de Kosovo.
La explosión del viernes es el más reciente de una serie de sucesos en el norte, donde un edificio público y una comisaría de la policía fueron blanco.
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