El programa se materializó en colaboración con la Agencia de Implementación para el Crimen y la Seguridad (Impacs) de la Comunidad del Caribe (Caricom) y según el informativo, representa un compromiso compartido «para mejorar los estándares de seguridad pública y fortalecer las medidas de seguridad regionales», según el sitio digital thevoiceslu.com.

La fuente indicó que el objetivo de la iniciativa es garantizar la destrucción segura de armas obsoletas, cuyo resultado fue la eliminación en pocas horas de más de 300 que se encontraban en poder de la ciudadanía.

Según entidades de la Caricom, el tráfico de armamento en el área creció en los últimos años y generó mayores niveles de violencia y criminalidad, todo lo cual representa uno de los principales desafíos para estas naciones.

Los países del Caribe no fabrican armas, y se conoce que en su mayoría se compran directamente en territorio estadounidense en mercados ilegales o en tiendas minoristas, donde, por ejemplo, el precio de una pistola ronda los mil dólares.

La Impacs fue creada en el 2006 durante la 27 Reunión de Jefes de Gobierno de la Caricom con el objetivo de coordinar una agenda común en la lucha contra el crimen y para mantener la seguridad.

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