La paz y la estabilidad en toda la región son primordiales y constituyen la piedra angular de todo el desarrollo sostenible, añadió el mandatario congoleño, quien habló en la cumbre organizada en la provincia de Benguela, en Angola, para abordar cuestiones relacionadas con esa iniciativa.
En el encuentro, donde estuvieron presentes los presidentes de Angola, João Lourenço, de Estados Unidos, Joe Biden; de Zambia, Hakainde Hichilema, y el vicepresidente de Tanzania, Philip Mpango; Tshisekedi agradeció el papel de la nación anfitriona, que actúa como mediadora en el conflicto que envuelve a su país y Ruanda.
Aprovechó la oportunidad, además, para reiterar el compromiso de la RDC con el Proceso de Luanda para el retorno de la paz al este de su territorio. Tshisekedi catalogó el Corredor de Lobito como un “proyecto portador de esperanza” para su país y la región, al ser mucho más que un eje de transporte y convertirse en “una oportunidad única de integración regional económica y de mejoramiento de las condiciones de vida de los ciudadanos”.
Señaló que esta línea que ligará a las regiones mineras de la RDC y Zambia con el Puerto de Lobito, y que espera transportar en torno a 20 millones de toneladas hasta 2030, no es solo una iniciativa de infraestructura, “es también un tratado de unión entre nuestros países”.
El presidente de la RDC dijo que simboliza la voluntad colectiva de convertir el potencial de los países del área en una prosperidad tangible para la población.
“Para la RDC esta es una oportunidad de brindar valor a sus recursos naturales, especialmente el cobre y el cobalto, que representan más o menos un 70 por ciento de la demanda mundial para la transición energética, con una producción combinada de tres millones de toneladas por año entre la RDC y Zambia”, apuntó.
Agregó que este proyecto permitirá reducir significativamente los costos logísticos y aumentará las ganancias por exportación, pues constituye una oportunidad singular de acceso a los mercados mundiales a través del Puerto de Lobito, lo que hará que el tránsito de mercancías, habitualmente de 30 días, disminuya a 10 días.
Significó que las infraestructuras ligadas al Corredor deben tener un impacto humano inmenso, pues promoverán la creación de más de 30 mil empleos directos, contribuirán a reducir la pobreza y favorecerán el comercio africano de acuerdo con la Agenda 2063 de la Unión Africana.
Será “un motor de transformación económica y social para nuestros conciudadanos y la RDC está plenamente comprometida con este proyecto, adoptando las medidas necesarias para la modernización de nuestras infraestructuras portuarias, viales y ferroviarias para conectar los principales sitios de explotación minera”, dijo.
Esto permitirá colocar nuestros recursos naturales en el centro de nuestra estrategia económica, para que contribuyan directamente al bienestar de la población, en ámbitos como la energía limpia, la seguridad alimentaria, la conservación del medio ambiente y el empleo.
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