En una nota firmada por los médicos Luiz Francisco Cardoso y Álvaro Sarkis, el centro sanitario informa que Lula permanece bajo cuidados intensivos y que pasó bien este miércoles, sin complicaciones.
Hizo fisioterapia, caminó y recibió visitas de familiares.
«Como parte de la programación terapéutica, hará complementación de cirugía con procedimiento endovascular (embolización de arteria meníngea media)», indica el boletín del Sirio-Libanés, donde Lula está internado desde el martes.
De acuerdo con la oficina de prensa de la Presidencia, la intervención no es una nueva cirugía ni se realizará en el centro quirúrgico.
El procedimiento es un cateterismo y «parte protocolar» de la cirugía ya realizada.
Lula sintió dolores de cabeza la noche del lunes y, después de exámenes realizados en un hospital, en Brasilia, fue transferido a la unidad de Sao Paulo.
En la madrugada del martes, el jefe del Ejecutivo fue sometido a una trepanación para drenar una hemorragia intracraneal.
Tal operación resultó consecuencia de un accidente doméstico sufrido el 19 de octubre, cuando el mandatario cayó en un baño del Palacio de la Alvorada, residencia oficial en Brasilia, y se golpeó la cabeza.
En la ocasión llevó cinco puntos y realizó exámenes de imagen, que fueron repetidos.
Fue liberado para volver a casa, pero se le ordenó cancelar viajes largos durante las siguientes semanas, incluyendo uno a Rusia, donde participaría en la cumbre del Brics, grupo formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
El gobernante afirmó en la ocasión que el accidente «fue grave, pero no afectó a ninguna parte más delicada».
Hace poco más de un año, en septiembre de 2023, Lula se hizo una artroplastia total de la cadera derecha, una cirugía para reemplazar, con una prótesis, el cartílago desgastado en esa región del cuerpo.
Cuando el procedimiento se completó después de un año, pasó por exámenes de revisión.
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