El líder del grupo criminal es un ciudadano chileno, quien utilizaba a migrantes irregulares para el ingreso de las sustancias ilícitas al territorio nacional por pasos no habilitados desde el norte hasta la comuna de Puente Alto, en la Región Metropolitana.
Los llamados correos humanos son personas que prestan sus cuerpos para transportar las drogas, ya sea ingerida o introducida, o a través de elementos como prótesis o maletas de doble fondo.
Durante el operativo, la PDI logró decomisar siete kilogramos de cocaína y diversas armas con las que el grupo mantenía el control de la zona donde operaba.
Los 10 arrestados están en prisión preventiva, en espera de ser imputados por tráfico de drogas y tenencia ilegal de armas de fuego.
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