Esa es precisamente la razón para trabajar aún más duro y reducir la brecha. Eso es lo que voy a intentar hacer de cara a las Clásicas de primavera. Es un bonito desafío y un bonito punto de trabajo para mí, dijo.

En declaraciones al medio de su país Wielerflits, el campeón del mundo de ciclocross reconoció que en el Mundial de ruta su contrario se mostró muy superior al resto.

No solo yo, todo el pelotón estaba detrás de él. Pero siempre hay que asumir que alguien puede ser derrotado y definitivamente intentaré hacerlo en la primavera, apuntó.

Hasta ahora Van der Poel no ha tenido rival en sus dos primeras carreras de la Copa Mundial de ciclocross y es uno de los pocos pedalistas que se mueve muy bien tanto en el barro como en adoquines y en carretera.

En 2023 perdió en el Tour de Flandes ante Pogacar, que este año dominó la Clásica Lieja-Bastoña-Lieja, pero Van der Poel recuperó en 2024 la ronda flandesa y ganó el otro monumento adoquinado: la París-Roubaix, escenarios donde podría reencontrarse con el de Eslovenia en 2025.

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