El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados advirtió en un comunicado sobre “los peligros del juego israelí de ganar tiempo para profundizar el exterminio y el desplazamiento” de la población en el enclave costero, bajo fuego desde hace 15 meses.
Las autoridades de ese país quieren también cambiar la realidad política, jurídica e histórica en la ocupada Cisjordania, incluida Jerusalén Este, subrayó.
Al respecto, denunció los “intereses coloniales racistas de Israel” y su desprecio a las leyes internacionales.
Asimismo, afirmó que el primer ministro Benjamin Netanyahu busca una solución militar a expensas de la vida de los palestinos.
El mundo debe romper el ciclo de histórico de violencia y tener el valor legal y moral para obligar a Israel, como potencia ocupante, a detener inmediatamente la guerra de genocidio, recalcó.
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