En el comunicado solidario con la isla, el colectivo subraya que el heroico y digno pueblo cubano sigue dando ejemplo de firmeza e inquebrantable convicción en defensa de su Revolución triunfante en 1959.
La más reciente decisión del gobierno de Joe Biden, según la nota de Frenadeso, enfrentará desde el 20 de enero el arribo de “otro gobierno infernal yanqui, con la bestia de Donald Trump al frente”.
En ese sentido, la agrupación llamó a redoblar los esfuerzos en la exigencia que se levante el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington a la isla por más de 60 años.
La víspera, también la Coordinadora Nacional de Solidaridad con Cuba en el istmo celebró la decisión de la Casa Blanca de sacar a la mayor de las Antillas de lo que llamaron unilateral, ilegal y antiética lista, lo cual representa el triunfo de la verdad y la justicia sobre la falsedad, la arbitrariedad y la sinrazón.
“Desde Panamá ratificamos nuestro compromiso con el pueblo y gobierno cubano de seguir exigiendo el fin del criminal y genocida bloqueo económico, comercial y financiero, así como la eliminación de las 243 sanciones impuestas por Estados Unidos a la isla”, remarca ese texto.
En un mensaje desde La Habana del Ministerio de Relaciones Exteriores se precisa que a pesar de su carácter limitado, la medida se trata de una decisión en la dirección correcta.
También indica que permanecen vigentes el bloqueo económico y buena parte de las decenas de medidas coercitivas que se pusieron en vigor desde 2017 para reforzarlo, con pleno efecto extraterritorial y en violación del Derecho Internacional y de los derechos humanos de todos los cubanos.
La guerra económica permanece y persiste en plantear el obstáculo fundamental al desarrollo y la recuperación de la economía cubana con un alto costo humano para la población, y continúa siendo un estímulo a la emigración.
La decisión anunciada por Estados Unidos corrige, de modo muy restringido, aspectos de una política cruel e injusta. Es una corrección que ocurre ahora, a punto de producirse un cambio de gobierno, cuando debió haberse materializado hace años, como acto elemental de justicia, sin reclamar nada a cambio y sin fabricar pretextos para justificar la inacción, si es que se deseaba actuar correctamente, señala el informe.
La cancillería indicó además en su declaración, que se conoce que el gobierno estadounidense podría revertir en el futuro las medidas recién adoptadas, como ha ocurrido en otras ocasiones y como muestra de la falta de legitimidad, ética, consistencia y razón en su conducta contra el pais caribeño.
Cuba seguirá enfrentando y denunciando esta política de guerra económica, los programas de injerencia y las operaciones de desinformación y descrédito financiadas cada año con decenas de millones de dólares del presupuesto federal, agrega el informe.
De otra parte, señala que también la nación antillana permanecerá dispuesta a desarrollar una relación de respeto con Estados Unidos, basada en el diálogo y la no injerencia en los asuntos internos de uno y otro, a pesar de las diferencias.
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