En el Auditorio del Memorial Doctor António Agostinho Neto, angoleños, integrantes de la comunidad nicaragüense en Luanda y miembros del cuerpo diplomático acreditado en el país, se reunieron para recordar al autor que revolucionó la literatura de habla hispana.
Convocados por la Embajada de Nicaragua en Angola y en presencia del jefe del departamento para América del Norte y Central de la Cancillería, Antonio Aguilar Pinto Lima, los presentes disfrutaron de poesías del hombre considerado figura cimera del Modernismo, además de danzas y videos.
El encargado de negocios de la misión diplomática nicaragüense, Carlos Andrés Suárez Aguiar, subrayó que en los versos del poeta late la esencia de su país, pero sus ideas y mensajes superan las fronteras.
“Muchos conocen a Darío por sus versos alejandrinos, sus descripciones suntuosas, por las referencias cultas, el canto al amor, a los sentimientos, a la vida y a la muerte, sin embargo, fue también periodista y diplomático, y dejó clara su posición antimperialista en sus escritos”, remarcó Suárez Aguiar.
Añadió que en su poesía abogó por la inclusión de los más desposeídos en América Latina y fustigó las incesantes intenciones invasoras de Estados Unidos.
“Su poema A Roosevelt es profético y en él se manifiestan el pensamiento político, revolucionario, antimperialista y anticolonialista, expresando esas ideas no solo a sus contemporáneos, sino a cada uno de nosotros, para que estemos alertas”, afirmó.
Rubén Darío nació el 18 de enero de 1867 en Metapa, Nicaragua, y desde sus primeros años encontró la inspiración en las calles y las clases más humildes de su país, por lo que su obra es considerada símbolo de resistencia y de idiosincrasia.
Resalta el carácter humanista de sus escritos, la presencia de un espíritu antimperialista y la universalidad de los temas que retrató.
En uno de sus versos hizo alusión a Angola, y en otros momentos de su obra se habla de África con cercanía.
Murió el 6 de febrero de 1916 en su patria.
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