Este sábado arrancó el periodo de propaganda electoral hacia las primarias del venidero 9 de marzo, de acuerdo con el cronograma del Consejo Nacional Electoral (CNE), ente rector de esos procesos en este país centroamericano.

En la cercana contienda, los tres partidos mayoritarios, Libre (en el poder), Nacional (PN) y Liberal, primera y segunda fuerzas de oposición, en ese orden, elegirán a sus candidatos a cargos de elección popular para las generales del 30 de noviembre.

Será entonces cuando se conocerá al sucesor (a) de la presidenta Xiomara Castro, quien asumió los destinos de Honduras el 27 de enero de 2022, tras años de convulsión política subyugados por el crimen organizado y el narcotráfico que salpicaron a la derecha encarnada por el PN.

Para analistas, Libre, organización liderada por el exmandatario Manuel Zelaya (Mel), derrocado en 2009 por un cruento golpe de Estado, tiene grandes posibilidades de conservar el gobierno, debido a la pesada losa de descrédito que carga el llamado bipartidismo (nacionales y liberales).

En ese contexto, la participación ciudadana será crucial, pues solo con una alta votación podrá asegurarse la continuidad del proceso de refundación emprendido por la primera mujer presidenta de Honduras, sostienen los propios entendidos.

Cerca de seis millones de hondureños están habilitados para ejercer el sufragio, aunque históricamente la participación ronda el 40 por ciento del padrón electoral.

Significa que cada partido busca captar alrededor de 800 mil votos para asegurarse una victoria.

El escenario se torna aún más tenso con las recientes capturas y acusaciones contra figuras como el general en retiro Romeo Vásquez, cabecilla de la asonada golpista contra Zelaya y el comienzo de lo que aquí se conoce como narcodictadura, los 12 años de administraciones nacionalistas.

Vásquez y otros tres generales retirados fueron arrestados el pasado día 5 como presuntos responsables del asesinato de Isy Murillo, joven que recibió un balazo en la cabeza durante una manifestación pacífica en rechazo al golpe y en apoyo a Mel.

A esto se suman los casos de corrupción que involucran al Partido Nacional y que son investigados por el Ministerio Público.

“Esperamos una campaña de altura, que el pueblo necesita y debe ver para que se dignifique la actividad política del país”, declaró la presidenta del CNE, Cossette López, después de abogar por una contienda con más valores y menos polarización.

Según el conocido analista Luis León, las campañas en esta nación centroamericana suelen centrarse en insultos y descalificaciones al contrincante, y ello provoca que ocho de cada 10 hondureños desconfíen en la clase política, estancada -dijo- en una politiquería que ahuyenta el voto.

Tenemos candidatos con pocos valores, hay mucho populismo electoral y poco interés en crear verdaderas propuestas que traigan solución a la gente, opinó.

El coordinador residente de las Naciones Unidas en Honduras, Alejandro Álvarez, llamó el pasado jueves a evitar la violencia política de cara a las elecciones primarias y previo a las generales de noviembre próximo, cuyos procesos cree que se celebrarán de forma transparente.

Álvarez hizo hincapié en la importancia de que los políticos tengan debates de calida, centrados en temas como educación, salud, empleo y cambio climático, en lugar de distraerse con mucho ruido y acusaciones.

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