Representantes de las sedes diplomáticas de Cuba, Venezuela, Uruguay, España y etíopes formados en la isla caribeña (etiocubanos), inspirados en la literatura de quien es conocido como el “poeta niño”, rememoraron pasajes de sus libros más importantes y de su influencia en otros autores latinoamericanos.
El embajador de Managua en Addis Abeba, Alí Waters, destacó de Darío las misiones diplomáticas cumplidas, su espíritu revolucionario y antiimperialista que lo hizo merecedor de la condición de Prócer de la Independencia Cultural y Héroe Nacional, aprobado el 16 de marzo de 2016 por la Asamblea Nacional.
La velada contó con la participación de niños de Nicaragua y Cuba que leyeron fragmentos del poema “La princesa está triste”, una tradición que en los menores centroamericanos es inculcada mediante jornadas literarias y semanas «Darianas” para revivir obras como Historia de mis libros, Azul, Autobiografía, entre otras.
Movidos por la atmósfera poética, varios de los presentes recitaron versos de poetas preferidos y de su propia autoría, mientras que la embajadora cubana designada en Etiopía, Meilyn Suárez Álvarez, recordó el encuentro de José Martí y Rubén Darío en Nueva York, Estados Unidos, el 1893 y durante el cual el Héroe Nacional de la isla caribeña lo llamó hijo.
Considerado el nicaragüense universal, nació el 18 de enero de 1867 en Metapa y falleció el 6 de febrero de 1916 en León.
En la actualidad, el presidente de Nicaragua otorga la Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío como reconocimiento a personas e instituciones destacadas en el ámbito cultural, educativo o científico.
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