Un reporte de la oficina en este país de la organización humanitaria internacional Oxfam, divulgado en el sitio digital del diario Fanpage, señala que, a pesar de un incremento en la tasa de empleo, también creció la pobreza, debido entre otras causas, a que para muchos trabajadores los salarios son bajos y se mantienen congelados.
El análisis de Oxfam Italia revela que, mientras en 2010 la décima parte de los hogares con mayores recursos económicos, poseía el 52,5 por ciento de la riqueza nacional, esa cifra pasó al 59,7 a mediados de 2024.
Por el contrario, mientras la mitad de las familias italianas más pobres disponían en 2010 del 8,3 por ciento de la riqueza del país, en el pasado año ese porcentaje se redujo a solo 7,4 puntos, precisa el documento.
Estos datos muestran, según destacan los expertos de Oxfam, que la situación viene empeorando de forma más o menos constante desde hace años pues, aunque se apreció un período de recuperación entre 2017 y 2020, cuando ambos porcentajes se acercaron ligeramente, tras esa etapa la desigualdad se siguió acrecentando.
En 2024, los multimillonarios italianos ganaron 61 mil 100 millones de euros, lo que representa una media de 166 millones de euros al día, o aproximadamente 116 mil euros por minuto, y a mediados de 2024 un total de 272 mil 500 millones de euros se encontraba en las manos de 71 personas.
Durante 2023, la pobreza absoluta se mantuvo estable y aproximadamente 5,7 millones de personas vivían por debajo de ese umbral, sin acceso a bienes y servicios esenciales para sobrevivir.
Aunque en Italia el empleo aumentó en el pasado año, según fuentes oficiales, el salario real anual medio no crece desde hace treinta años, ya que, aunque entre 2019 y 2023 aumentaron sobre el papel entre un 6 y un 7 por ciento, los precios se incrementaron entre 17 y 18 puntos porcentuales, añade la nota.
En el documento, Oxfam recomienda al gobierno italiano algunas acciones para enfrentar esta grave y compleja situación, entre ellas la instauración del salario mínimo, la aplicación de impuestos sobre las grandes propiedades y las herencias, así como políticas empresariales que favorezcan los buenos empleos.
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