De acuerdo con la comunicación difundida en esta capital, la medida se toma “frente a las evidencias y la gravedad de los actos criminales perpetrados en la región del Catatumbo por ese grupo armado que contradicen su participación genuina y comprometida en el proceso de paz”.
Señaló además el documento que “el incumplimiento de las condiciones para la suspensión de las órdenes y, en especial, la comisión de nuevos delitos por parte de miembros del ELN”, da lugar a la reactivación de las disposiciones de captura suspendidas en su momento por solicitud del presidente de la República.
A partir de esta jornada, apuntó entonces el texto, cobran vigencia las órdenes de captura contra varios de los integrantes de esa organización, entre los que se hallan Pablo Beltrán, Nicolás Rodríguez, Eliécer Chamorro, Aureliano Carbonell, Bernardo Téllez y Gustavo Martínez.
El pasado 17 de enero, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, declaró suspendidas por segunda vez en cuatro meses las negociaciones entre el Gobierno y esa estructura armada, debido a la situación de violencia que se desató en el departamento Norte de Santander.
«El ELN ha escogido el camino de la guerra y guerra tendrá», expresó el mandatario posteriormente en su cuenta de X
Los combates entre el ELN y la Estructura 33, un grupo residual de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del pueblo, provocan en la región del Catatumbo un número desconocido de muertos, entre los que hay al menos siete firmantes de paz y tres líderes sociales, y más de 32 mil desplazados, según fuentes oficiales.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, responsabilizó al ELN del asesinato selectivo de firmantes de paz, y añadió que esta situación es parte de una operación muy bien ejecutada para lo cual esa guerrilla habría reforzado sus filas trayendo hombres desde Arauca.
En respuesta, el máximo comandante del ELN, Antonio García, alegó que la persecución de la población civil no es una política de su organización.
“Otra cosa es que algunos desmovilizados sean personas activas y en armas nuevamente, realizando actividades bajo un mando militar”, escribió en su cuenta de X.
Según la cartera de Defensa, tras las tareas de evacuación de los residentes de las comunidades afectadas por el conflicto, las tropas comenzarán labores de control territorial para asegurar las zonas críticas y devolver la tranquilidad a las localidades confinadas.
La Fuerza de Tarea Vulcano y la Brigada 30 disponen ya para esta misión de más de cinco mil uniformados, que tendrán por objetivo reforzar la seguridad de Norte de Santander, informó la entidad ministerial.
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