La Comisión de Trabajo del Senado ya dio el visto bueno al proyecto que aumenta el valor de las jubilaciones, así como de la Pensión Garantizada Universal, con un aporte extra de los empleadores.

Además, se crea un sistema de seguridad social como competencia a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), que lucran con las cotizaciones de los trabajadores, obtienen enormes ganancias y entregan montos mínimos.

Sin embargo, la iniciativa se empantanó al pasar a la Comisión de Hacienda debido a varias dudas sobre la sostenibilidad de su financiamiento a mediano plazo.

El Consejo Fiscal Autónomo recordó que la ley de cumplimiento tributario rindió en 2024 menos de lo esperado, lo cual representa un riesgo adicional.

La discusión en torno al tema continuó este jueves y todo indica que será muy difícil completar el trámite, aún trabajando durante el fin de semana.

El problema es que, de acuerdo con el calendario legislativo aprobado para 2025, las dos cámaras, de Diputados y Senadores, iniciarán el lunes 27 la semana distrital y luego viene el receso de verano, hasta el 28 de febrero.

La aprobación final del proyecto, entonces, quedaría pospuesta para marzo, cuando el país estará imbuido en el arranque de las elecciones presidenciales y legislativas de noviembre.

Ante esta contingencia, el presidente Boric llamará al poder legislativo a funcionar la semana que viene con el propósito de concluir la reforma previsional, una de sus principales promesas.

Además, es una exigencia de la población, pues más del 70 por ciento de las pensiones son inferiores al salario mínimo, y una de cada cuatro está por debajo de la línea de la pobreza.

El problema es más agudo entre las mujeres y muchas reciben una jubilación de 49 mil pesos (unos 50 dólares), a todas luces insuficientes para satisfacer sus necesidades básicas.

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