La nacida en Illinois hace 29 años comenzó su andar por el primer Grand Slam de la temporada sin muchos puntos a favor en los pronósticos, con la etiqueta de decimonovena preclasificada, un pasado reciente marcado por las lesiones y ningún trofeo de los cuatro grandes en su vitrina.
Sin embargo, la norteña fue poco a poco labrando su destino triunfal en la superficie dura del Melbourne Park, confianza recuperada con victorias importantes como las alcanzadas ante su compatriota Danielle Collins (décima) en la tercera ronda y la kazaja Elena Rybakina (sexta) en los octavos de final.
En semifinales, Keys avisó con su magnífico resultado frente a la segunda del ranking de la WTA, la polaca Iga Swiatek, en un peleado duelo 5-7, 6-1 y 7-6.
Esta noche, su víctima fue nada más y nada menos que la primera raqueta mundial y doble campeona defensora del Abierto de Australia, con quien protagonizó un choque de poder a poder en la Rod Laver Arena, definido en dos horas y dos minutos con parciales de 6-3, 2-6 y 7-5.
Después de levantar la Daphne Akhurst Memorial Cup, Keys reconoció a Sabalenka por su nivel y agradeció a un público que derrochó entusiasmo durante la quincena y desbordó el Melbourne Park, instalación que registró la asistencia de más de un millón de personas.
Este triunfo tiene una significación gigantesca, al ser mi primer Grand Slam, lo deseaba desde hace tanto tiempo, afirmó emocionada.
La tenista recordó que desde el 2017, en el Abierto de Estados Unidos, no disputaba una final en los certámenes élites del circuito, e incluso llegó a considerar que no volvería a tener la oportunidad de ganarlo.
Keys destacó el trabajo y el apoyo de su equipo y dedicó un mensaje a “quienes creyeron en mí cuando yo no creía”.
Por su parte, Sabalenka felicitó a la campeona por su merecido éxito, y con la mirada insatisfecha habló directamente al trofeo: “te veo el año que viene”.
En sus declaraciones, la bielorrusa finalista por tres años consecutivos en el Abierto de Australia reconoció la atmósfera reinante en el Melbourne Park, expresando que aquí se siente como en casa.
A su equipo, le dijo en broma que no quería verlo en los próximos días, pero ya en serio destacó su acompañamiento.
Mañana el primer Grand Slam de la campaña tenística 2025 tendrá su epílogo con el duelo soñado entre los dos primeros del ranking de la ATP, el líder del escalafón universal y monarca vigente, el italiano Jannik Sinner, y el alemán Alexander Zverev, segunda raqueta y jugador con hambre de triunfo, ya que nunca ha conquistado uno de los grandes.
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