La semana pasada, el ministro de Defensa, Rustem Umérov, solicitó al Gabinete ministerial la destitución del vicetitular, al tiempo que criticó el incumplimiento de los programas de adquisición de defensa.

En este contexto, denunció «juegos políticos, filtraciones de contratos e información, así como el incumplimiento del indicador clave de rendimiento por parte de una empresa subordinada del Ministerio».

El titular de la cartera castrense especificó que dichas infracciones se traducirían en la incapacidad de suministrar a la línea del frente de todas las armas necesarias a tiempo y en su totalidad.

Junto con la solicitud de destitución de Klimenkóv, el ministro se negó a cumplir la decisión de la Junta de Supervisión de la Agencia de Adquisiciones de Defensa de prorrogar por un año el contrato con la directora del organismo, Marina Bezrúkova.

Umérov señaló que la adquisición de armas «se ha convertido en un Amazon, donde cada usuario de Internet puede ver en tiempo real quién está comprando qué, en qué cantidades y a qué fabricantes. Cuando debería ser estrictamente confidencial durante la ley marcial y una guerra a gran escala con Rusia», manifestó.

En medio de los escándalos de corrupción en el departamento militar, la víspera, la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania registró un procedimiento para investigar el supuesto abuso de poder o cargo oficial del ministro de Defensa, delito que conlleva penas de entre tres y seis años de cárcel.

Por su parte, el Centro de Acción contra la Corrupción (CAC), organización ucraniana sin fines de lucro financiada con donaciones internacionales y que solicitó la pesquisa, acusó a Umérov de haber destruido con sus decisiones la principal reforma en materia de contratos: la existencia de agencias de adquisición de defensa independientes del Ministerio bajo su mando, según destacan medios locales.

El CAC argumentó que dicha reforma fue una recomendación clave de los expertos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en aras de atraer fondos occidentales para la compra de armas para Ucrania y para una mayor integración del país con el bloque militar.

El Ministerio de Defensa ucraniano se ha enfrentado a múltiples escándalos de corrupción en los últimos años. El exjefe del organismo, Alexéi Réznikov, dimitió en 2023 en medio de un caso relacionado con contratos de alimentos para los militares con sobreprecio.

Los aliados de Occidente, específicamente Estados Unidos, en un informe de la Oficina del Inspector General, presentado al Congreso en noviembre del pasado año, señaló que la corrupción sigue siendo un obstáculo importante para la adhesión de Ucrania a la OTAN y la Unión Europea, y también dificulta la recuperación económica del país, así como la atracción de capital extranjero.

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