«En total, el pasado año, según los datos disponibles y verificados hasta el momento, al menos cinco mil 399 personas se convirtieron en víctimas de los crímenes ucranianos, entre las cuales al menos 809 personas fueron asesinadas. Pero esto es solo la punta del iceberg», indicó el diplomático a la prensa.
Al respecto, añadió que las cifras aumentarán a medida que los territorios pasen al control del Ejército ruso y se lleven a cabo acciones de investigación.
«Se están descubriendo hechos de asesinatos en masa, violencia y saqueos. Por el momento, el número anunciado de muertos no incluye al menos entre 300 y 350 civiles más asesinados por militantes ucranianos en los territorios ya liberados o que están siendo liberados por nuestras fuerzas armadas. Los procedimientos judiciales al respecto siguen en curso», precisó Miróshnik.
En ese sentido, acotó que, en las pesquisas en las zonas de la región de Kursk, Járkov, entre otras, encontraron los cuerpos de muchas personas muertas a manos de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Argumentó que como pruebas fehacientes se recogieron los testimonios de sus familiares más cercanos, en aras de conocer los lugares de muchas nuevas tumbas, y de este modo establecer las circunstancias de la muerte de estas.
«Hablando del bombardeo sistemático y planificado contra el sector civil por parte de Ucrania, puedo señalar con toda seguridad que la máxima densidad e intensidad del bombardeo tenía motivos y objetivos políticos premeditados», añadió Miróshnik.
Las acciones planificadas contra la población civil de las zonas en conflicto son denunciadas casi semanalmente por la representación de Rusia ante organismo internacionales, incluyendo el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, sin recibir apoyo para frenar estos crímenes de guerra orquestados por Kiev.
Las autoridades rusas han reiterado que pese a los esfuerzos del liderazgo de Ucrania y sus aliados de Occidente por infligir una derrota estratégica a Moscú, la operación militar especial continuará en aras de cumplimentar sus objetivos.
Al respecto, el presidente Vladimir Putin en febrero de 2022 precisó que con la campaña militar su nación tiene como premisa detener «el genocidio de los pueblos de Donetsk y Lugansk que cometía el régimen ucraniano» y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este.
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