La Unidad para las Víctimas comunicó que se entregaron 523 toneladas y añadió que pronto se dispondrá de 160 más.
La mayor cantidad de ayuda, 161 toneladas, se destinó a quienes permanecen en la ciudad de Cúcuta, la capital departamental de Norte de Santander, adonde llegaron más 22 mil personas buscando refugio.
Al municipio de Ocaña fueron trasladadas 117 toneladas de ayuda humanitaria para los más de 10 mil 200 desplazados, mientras que en Tibú se enviaron 84.
En las próximas horas se espera otras entregas humanitarias arriben a los municipios de El Tarra (65 toneladas), Ábrego (12), Convención (nueve), Hacarí (tres), San Calixto 17), Sardinata (nueve toneladas) y Teorama (45).
También, como parte de la ayuda desplegada para quienes a abandonaron sus hogares, se creó un equipo de psicólogos y trabajadores sociales que brindan apoyo a los afectados.
Con esta estrategia se espera atender a más de 800 personas que permanecen en alojamientos temporales en Ocaña.
Para cumplir esta tarea, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres convocó a más de 30 profesionales que cuentan con amplia experiencia en el manejo de eventos traumáticos derivados de situaciones de orden público y desastres.
Los pobladores del Cataumbo sufren desde hace dos semanas una escalada de violencia debido a los combates que la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) entabló contra el Frente 33, una estructura residual de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias-Ejército del Pueblo.
Además de los 50 mil desplazados, la Defensoría del Pueblo estima que son alrededor de 24 mil las personas que en esa región permanecen confinadas, en tanto calcula que ascienden a 80 los muertos.
Actualmente las Fuerzas Militares del país desarrollan una ofensiva contra el ELN y ya se presentaron al menos cinco enfrentamientos con esa estructura insurgente en el mentado territorio, según comunicó el Ministerio de Defensa.
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