«Los británicos parecen seguir siendo defensores de la idea de que Ucrania debe luchar hasta el último ucraniano. La realidad sobre el terreno indica que la dinámica no favorece en absoluto al régimen de Kiev. Así lo reconocen también muchos representantes y expertos occidentales, incluidos los de Europa Occidental», precisó el vocero del Kremlin a la prensa.
Al comentar los planes del primer ministro británico, Keir Starmer, de instar a los líderes de la Unión Europea (UE) a reforzar las sanciones contra Moscú, Peskov las calificó irónicamente de «posición bastante coherente de los dirigentes británicos».
En ese sentido, el jefe del servicio de prensa de la presidencial del gigante euroasiático confirmó que su Gobierno es muy consciente de como el Reino Unido se encuentra entre los países que imponen esta línea de confrontación a sus socios en los asuntos europeos.
Como indica la declaración de Starmer, publicada antes de la participación del premier británico en la cumbre informal que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE celebrarán en Bruselas este 3 de febrero, el Gobierno de Reino Unido colaborará con los países del bloque comunitario para introducir nuevas sanciones energéticas contra Rusia.
Londres comunicó que Starmer también planea discutir en Bruselas el fortalecimiento de la relación entre Reino Unido y la UE en el sector de la seguridad y la defensa.
Por su parte, el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia consideró que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) cree cada vez más la necesidad de un cambio de autoridades en Ucrania.
El organismo ruso refirió que la postura de la Alianza Atlántica deviene de la posibilidad de que pronto las Fuerzas Armadas ucranianas no podrán resistir al Ejército ruso.
«Con la llegada al poder de Donald Trump en Estados Unidos aumenta la incertidumbre sobre si continuará la asistencia militar que Occidente pueda prestar a Kiev», comunicó el Servicio de Inteligencia.
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