De esta forma respondió la fuerza política al secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien reiteró en esta capital que Cuba, Venezuela y Nicaragua son «enemigos de la humanidad» y responsabilizó a los tres países por la inestabilidad en la región.
En un comunicado enviado a Prensa Latina, el FA señaló que los “enemigos de la humanidad”, son los gobiernos que amenazan la paz y la dignidad de los pueblos, que apoyan la ultraderecha, promueven el autoritarismo y la xenofobia…».
Son aquellos, continuó, que fomentan «el nacionalismo extremo y políticas que socavan los derechos y la inclusión social, gobiernos impulsores de las guerras, que generan sufrimiento, desplazamientos y destrucción de comunidades, motivadas por intereses económicos y geopolíticos».
A propósito de las declaraciones injerencistas de Marco Rubio durante una rueda de prensa en esta capital, el FA puntualizó que los reales enemigos son los gobiernos neoliberales, generadores de modelos económicos que fomentan la desigualdad, la privatización de servicios esenciales, la desregulación y el individualismo.
Afirmó que para ello recurren a políticas tendentes a beneficiar a las élites económicas, en detrimento de los derechos laborales, exacerban la desigualdad global y afectan a las poblaciones más vulnerables.
Los verdaderos “enemigos de la humanidad” son aquellos que perpetúan la desigualdad,
la opresión y la violencia para favorecer intereses económicos y políticos a costa del
bienestar de las mayorías, agregó. Refirió que Marco Rubio es ampliamente conocido por su postura ultraconservadora y su papel como uno de los principales exponentes de las políticas de presión contra los gobiernos progresistas de América Latina.
Es un firme aliado de gobiernos de ultraderecha, protegiendo y respalda agendas neofascistas que buscan desmantelar los derechos sociales, criminalizar las protestas y los movimientos populares, denunció.
Ante estas amenazas, el FA reafirmó su compromiso con la integración de los pueblos, la construcción de sociedades más justas y equitativas, la solidaridad internacional y la unidad para afrontar y derrotar los desafíos impuestos por el actual orden internacional.
Expresó su solidaridad con los movimientos sociales, organizaciones de derechos humanos, partidos progresistas y de izquierda, que trabajan por un mundo más justo y solidario.
Además, llamó a la unidad de los pueblos para enfrentar a estos enemigos de la
humanidad y construir un futuro basado en la paz, la justicia y la democracia.
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