Tras una nueva audiencia judicial, Vera solicitó que se le conceda el acceso al despacho para que proceda a ejercer las funciones conforme lo establece la Constitución de la República y conforme al mandato del pueblo soberano de Ecuador.

La magistrada acudió junto a Abad al Centro Histórico de esta capital, donde está ubicado el edificio vicepresidencial, y constató que las puertas estaban cerradas sin acceso para la vicegobernante.

«Las sentencias son para cumplir, la ley no distingue», subrayó Vera en declaraciones a la prensa en las afueras de la institución, donde se congregaron algunos ciudadanos.

La jueza señaló que si se incumple su fallo, notificará a la Fiscalía porque las autoridades del Ejecutivo estarían en desacato.

Por su parte, Abad consideró la situación como “inmoral” y aseveró que “es un abuso de poder para los ecuatorianos».

Acusó al ministro de Gobierno, José de la Gasca, de no dejarla cumplir con sus funciones, «esto que ocurre no tiene precedentes, son actos que vulneran a todos los ecuatorianos».

Más temprano, Vera dio al Ejecutivo, liderado por Daniel Noboa, un plazo máximo de 48 horas para permitir a Abad el acceso a sus oficinas.

Esta disposición llega luego de determinar que el Ministerio del Trabajo incumplió la sentencia emitida el pasado 10 de enero, en la cual dispuso levantar una sanción de 150 días contra Abad presuntamente por demorar su traslado desde Israel a Türkiye.

Sin embargo, la sede de la Vicepresidencia continúa militarizada y el Gobierno afirma que Abad abandonó el cargo e incluso Noboa nombró a Cynthia Gellibert como vicepresidenta encargada mediante decreto.

En una carta dirigida al mandatario aspirante a la reelección en los comicios del próximo domingo, la vicepresidenta señala que esa pugna de poderes “continúa desgastando la institucionalidad del país” y lo llama a superar las diferencias en favor del orden y el bien común.

Manifestó estar dispuesta a cumplir la nueva asignación en la embajada en Türkiye “para contribuir a la estabilidad democrática”, pero “con condiciones dignas”.

Las tensiones entre Abad y el Ejecutivo marcaron la recién finalizada campaña electoral, pues el presidente cedió el poder en cuatro ocasiones a Gellibert por cortos períodos durante el mes de enero para realizar actos proselitistas.

A su vez, el pasado lunes, la Corte Constitucional declaró improcedentes los decretos ejecutivo 500 y 505, con los cuales el jefe de Estado dejó encargada a Gellibert.

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