Durante una reunión con la enviada especial adjunta de Estados Unidos para Medio Oriente, Morgan Ortagus, el jefe de Estado enfatizó que la estabilidad duradera en el sur del país está vinculada a la retirada israelí.
En el Palacio Presidencial de Baabda, el mandatario libanés subrayó la importancia de la implementación total de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Aoun aseguró que el ejército libanés está listo para desplegarse en las aldeas de las que se retiren las fuerzas israelíes.
En sus palabras, indicó que la salida israelí del sur de Líbano debe completarse dentro del plazo fijado para el 18 de febrero, luego de una expansión de los 60 días establecidos en el alto al fuego.
De acuerdo con el presidente, se mantiene la cooperación con las fuerzas de paz de Naciones Unidas de manera constructiva para aplicar la Resolución 1701 y consolidar la estabilidad en la nación.
El mandatario agregó que la liberación de los prisioneros libaneses es una parte integral del acuerdo de cese de hostilidades que entró en vigor el 27 de noviembre.
A la luz de los comentarios de Ortagus contra la no participación de la Resistencia de Líbano (Hizbulah) en el nuevo gobierno, la presidencia de la República indicó que no está involucrada en dichas declaraciones que reflejan la opinión personal de la funcionaria de Estados Unidos.
En este contexto, el vicejefe del Consejo Político de Hizbulah, Mahmoud Qomati, reafirmó que la Resistencia está a la vanguardia de quienes quieren construir la nación y garantizar la estabilidad interna.
A juicio de Qomati, Hizbulah sigue siendo un pilar fundamental de la defensa de Líbano tanto en el presente como en el futuro.
El dirigente político recordó que en 2006 algunos afirmaron que la Resistencia perdió la Guerra de Julio, a pesar de que Israel admitió su derrota.
Al respecto, puntualizó que en el presente los mismos individuos, impulsados por agendas extranjeras, intentan socavar las victorias de Hizbulah y destruir los logros de la Resistencia.
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