BBC Mundo, expone algunos elementos del debate que acapara la atención de los principales mercados del planeta, y refleja las respuestas a las intenciones del presidente estadounidense, Donald Trump.
Indica el texto británico que los aranceles chinos, que entrarán en vigor el lunes próximo, incluyen un impuesto del 15 por ciento al carbón y al gas natural licuado, además del 10 al petróleo, maquinaria agrícola, camionetas y algunos autos de lujo.
Esta semana que concluye comenzaron a aplicarse aranceles del 10 por ciento a todas las importaciones de China a Estados Unidos.
El presidente Trump alega que la medida contra los productos chinos son en respuesta al déficit comercial que existe con la nación asiática y una manera para forzar a China a que frene el flujo de fentanilo. Por su parte, el gobierno de Beijing acusó al de Washington de violar las reglas del comercio internacional.
La imposición unilateral de aranceles por parte de Estados Unidos es una seria violación de las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). No sólo no ayuda a resolver sus propios problemas, sino que además socava la cooperación y comercio normales entre China y y ese país, dice el comunicado que anunciaba las tarifas de represalia.
Además califica la acción de Flagrante y que representa un ejemplo típico de unilateralidad y proteccionismo comercial.
El Ministerio de Comercio de China anunció que presentará una queja ante la OMC para que intervenga en aras de salvaguardar sus derechos e intereses legítimos. En una medida adicional, el ente de vigilancia de competencia en China dijo haber iniciado una investigación de la empresa Google.
La Administración Estatal de Regulación del Mercado dice sospechar que el gigante informático viola las leyes antimonopolio.
Al respecto comenta el artículo que no es la primera vez que esto sucede entre las dos principales potencias económicas del mundo, que ya se habían enfrascado en una guerra arancelaria durante el primer mandato de Trump en 2018.
Durante el gobierno de Joe Biden, Washington mantuvo los aranceles y hasta incrementó algunos de ellos. Biden adoptó una estrategia más enfocada en el sector de alta tecnología con más tarifas y restricciones a los productos como semiconductores y vehículos eléctricos.
Ambos países son importantes socios comerciales. Las importaciones de China a Estados Unidos alcanzaron 401 mil millones de dólares en los primeros 11 meses del año pasado, mientras que China importó de dicho país el equivalente a 131 mil millones.
Esta vez, Beijing se preparó con una serie de acciones dirigidas hacia diferentes partes de la economía estadounidenses, desde el sector energético hasta las compañías individuales.
Tales medidas calculadas pueden ser apenas una salva inicial de Beijing, una forma de adquirir un poco de poder de negociación anterior a cualquier diálogo, pero todavía persiste el riesgo de que marque el principio de una guerra comercial, indica BBC.
mem/rfc





