En entrevista con el canal de televisión Al Jazeera, la vocero de Unicef, Tess Ingram, alertó sobre la grave situación humanitaria que enfrenta ese enclave costero.
Las condiciones de vida de las familias allí son peligrosas, necesitan agua potable, ayuda de todo tipo y mantas, subrayó.
Ingram reveló que desde el inicio de la tregua entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica, el 19 de enero, entraron al territorio unos 10 mil camiones cargados con artículos vitales, aunque señaló que se necesita mucho más.
Estamos intentando llevar ropa y alimentos para los niños de Gaza, pero hemos tenido dificultades, apuntó.
Destacó la importancia de poner en funcionamiento a las plantas desalinizadoras en la región para brindar el líquido a la población.
En medio de los planes del gobierno de Estados Unidos para expulsar a los palestinos de allí, la funcionaria de Unicef aseguró que el futuro de la Franja lo deben decidir sus residentes.
Según datos oficiales, entre las víctimas mortales en el territorio como consecuencia de la agresión hay 17 mil 881 menores de edad, incluidos 214 bebés que nacieron y murieron durante la campaña bélica.
A ellos se suman 38 mil quedaron huérfanos, 17 mil de los cuales perdieron a ambos padres.
Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef, afirmó hace dos meses que los niños de Gaza ni empezaron el actual conflicto ni tienen poder para detenerlo, pero pagan el precio más alto con sus vidas y su futuro.
En ese enclave no hay un espacio seguro ni sensación de estabilidad para ellos porque carecen de elementos esenciales como alimentos, agua potable, suministros médicos y ropa de abrigo a medida que bajan las temperaturas invernales, subrayó.
jha/Rob