En una entrevista con la agencia de noticias Safa, Manasra destacó que la situación en esos recintos penitenciarios se agravó tras el inicio del nuevo ciclo de violencia en la región, en octubre de 2023.
Las condiciones allí no se pueden describir, son excepcionalmente duras, manifestó el joven.
“Palizas, torturas y hambre. La ocupación (israelí) luchó contra los prisioneros de todas las formas y por todos los medios, tanto físicos como psicológicos”, consideró.
Explicó que la tortura y el hambre afectaron los cuerpos de la mayor parte de los prisioneros, quienes perdieron mucho peso.
A ello se sumaron la propagación de sarna e infecciones de la piel, pese a lo cual las autoridades de esos recintos impiden el uso de antibióticos y medicamentos excepto en etapas muy avanzadas de las enfermedades, indicó.
Manasra afirmó que su encarcelamiento después del 7 de octubre de 2023, cuando Hamas atacó a Israel y comenzó la guerra, fue la etapa más difícil de los nueve años y tres meses que pasó detenido.
A pesar del dolor y el sufrimiento, la prisión nos enseñó a perseverar y a tener la certeza de que el día siguiente será mejor, subrayó.
El gobierno palestino, numerosas ONG, incluso la Liga Árabe, alertaron en los últimos meses sobre los maltratos en las cárceles israelíes.
A finales del pasado año, la Fundación Addameer para los Derechos Humanos reclamó la formación de un comité de la ONU para investigar la muerte de numerosos palestinos detenidos allí.
El deceso de nuestros compatriotas debido a la tortura y a las negligencias médicas forma parte de una política oficial del gobierno de Benjamin Netanyahu, afirmó la agrupación.
En similar sentido se pronunció el Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos, que criticó las sistemáticas torturas que aplica Israel en esos centros.
lam/rob