La droga venía oculta en una caja de unos 400 kilos que declaraba contener una máquina industrial de tapas.
A su paso por el aparato, las imágenes revelaron densidades anormales, por lo cual se solicitó la participación de dos canes entrenados que confirmaron la presencia de sustancias ilícitas.
El equipo para chequeo de cargas sobredimensionadas, puesto en operación en diciembre pasado, logró así su primer gran hallazgo, dijo el director regional de la aduana metropolitana, Rodrigo Díaz.
La droga provenía de México y tenía como destino la capital del país.
El moderno equipamiento permitió a personal del Ministerio Público y de la Policía de Investigaciones desarticular la banda criminal y detener a cuatro personas.
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