El incidente está bajo investigación, agregó un parte de la Eunavfor Atalanta, una fuerza naval creada para enfrentar los ataques del mismo tipo décadas atrás que resurgieron el año pasado.
Los blancos de los filibusteros están equipadas con motores de 60 hp, según el reporte de Ambrey, una empresa especializada en administración de seguridad marítima, la cual rastreó su trayectoria desde la salida de puerto.
Los ataques de piratas somalíes alcanzaron su ápice en 2011, con 237 ataques de los cuales los autores obtuvieron ingresos por hasta 107 millones de dólares y causaron daños estimados en siete mil millones de dólares y desde entonces experimentaron un descenso por las medidas adoptadas por las empresas armadoras.
La industria de los secuestros de embarcaciones en la zona del Cuerno de África fue caracterizada como un pingüe negocio cuyos ingresos iban a parar a cuentas en bancos de Europa occidental.
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