Por Fausto Triana

Cosas del fútbol. Hasta hace poco el City de Pep Guardiola naufragaba en un mar de dudas inexplicables, virtualmente eliminado de la lucha por el cetro en la Liga Premier inglesa y casi moribundo en la fase eliminatoria de la Champions.

Sin todavía recuperar el nivel de antaño y los aires que alguna vez le concedieron una discutida etiqueta de mejor club europeo, clasificó para el repechaje, aunque nunca con el deseo de enfrentar al actual poseedor de la Orejona, el Real Madrid.

Para los merengues de Carlo Ancelotti, volver a verse las caras con el City tampoco fue una buena noticia. Esta noche en el Etihad Stadium juegan el partido de ida, tras un agotador derbi contra el Atlético de Madrid en LaLiga de España.

Justo cuando la “casa blanca” acaba de permitir el acercamiento del Atleti, a un punto, y del Barcelona, a dos, en la tabla de posiciones.

Sin embargo, las plantillas de ingleses y merengues están repletas de estrellas y muchos millones de euros en fichajes. Una bonita ocasión para los amantes del balompié de volver a ver en acción a Haaland, Foden, De Bruyne, Bernardo Silva y Savinho.

Enfrente, Mbappé, Vinicius, Bellingham y Rodrygo, con dos porteros de categoría, Courtois por el Madrid y Ederson por el City.

La pregunta de los expertos es a qué van a apostar dos experimentados y exitosos entrenadores. Arriesgar con un esquema muy ofensivo buscando un resultado contundente o ser más conservadores.

Guardiola, en cierta medida, se juega su prestigio y la temporada. No avanzar en Champions sería ahondar en el fracaso, por lo cual derrotar al Real Madrid sería como el resurgir del Ave Fénix.

Por su parte, Ancelotti ya no cuenta con los cheques en blanco de hasta hace unos meses. Los continuos tropiezos en LaLiga, las goleadas del Barcelona en la liza nacional y en la Supercopa, lo han dejado tocado.

Tiene problemas graves de lesiones de sus tres centrales estelares, Militao, Alaba y hace poco Rudiger. No tiene alternativas, seguir improvisando con Tchoameni y exigirle más pruebas de fuego al canterano Raúl Asensio.

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