Con el fracaso de la iniciativa presentada por La Francia Insumisa y acompañada por los ecologistas y los comunistas, quedó formalmente aprobado el Presupuesto del Estado para el 2025 y sus tres partidas de la Seguridad Social.
En la cámara baja, la moción recibió el apoyo de 121 diputados, muy lejos de los 289 requeridos para su éxito.
Una vez más, los socialistas y el partido de extrema derecha Agrupación Nacional rechazaron el texto, introducido en el hemiciclo el lunes, después de que Bayrou activara por cuarta ocasión el artículo 49.3 de la Constitución para garantizar la adopción sin voto parlamentario del Presupuesto.
A principios de diciembre del año pasado, las cuatro fuerzas de la izquierda y RN combinaron sus votos, pese a las distancias ideológicas, para derribar al entonces primer ministro, Michel Barnier, entre otras razones, precisamente por apelar al 49.3 en su objetivo de adoptar los presupuestos del Estado y de la Seguridad Social.
Sin embargo, su sucesor en Matignon ha corrido con mejor suerte, en alguna medida por sus concesiones a los socialistas y a la extrema derecha, lo cual no significa que esté a salvo.
Por la diversidad de bloques en la Asamblea Nacional después de las elecciones del año pasado, en las que el oficialismo salió derrotado, el riesgo de la censura es permanente, y tanto los socialistas como las huestes de Marine Le Pen dejan claro a cada rato que podrían sumarse a una moción.
Bayrou ya había salido airoso a mediados de enero de una moción presentada por los insumisos tras su discurso de Política General ante la cámara baja, donde al igual que sus predecesores recientes, se negó a cumplir con la tradición republicana de solicitar la confianza de los diputados.
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