En un comunicado, indicó que varias zonas, una de ellas los alrededores del aeropuerto internacional Rafic Hariri, escenificaron protestas con disturbios, ataques a sus efectivos y agresiones contra vehículos de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas (Unifil).
La institución armada enfatizó en que sus unidades seguirían cumpliendo la labor de preservar el orden y actuar con firmeza para evitar cualquier alteración de la paz social y detener a quienes atenten contra la seguridad.
El primer ministro Nawaf Salam y el comandante interino del Ejército, mayor general Hassan Odeh, en contacto con el comandante de la Unifil, Aroldo Lázaro, condenaron el ataque al personal y vehículos de la misión de paz de la ONU.
Salam informó al jefe del contingente de pacificadores que pidió al ministro del Interior adoptar las “medidas urgentes para identificar a los atacantes, arrestarlos y remitirlos a la justicia competente”.
En un nota, la Unifil calificó los ataques como violaciones flagrantes del derecho internacional que podrían constituir crímenes de guerra.
La Fuerza Provisional instó a las autoridades libanesas a realizar una investigación completa y llevar a los responsables ante la justicia.
De inaceptable, calificó la coordinadora especial de la ONU para Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, la agresión contra un convoy de la Unifil cerca del aeropuerto de Beirut.
A juicio de la funcionaria, semejante acto de violencia amenaza la seguridad del personal de las Naciones Unidas que trabaja incansablemente para mantener la estabilidad en Líbano, a veces con gran riesgo personal.
Hennis-Plasschaert reiteró el compromiso de la ONU de trabajar con el gobierno de Líbano y todas las partes interesadas pertinentes para preservar la estabilidad y aplicar la Resolución 1701 (2006) del Consejo de Seguridad.
El movimiento Amal anunció que atacar la Unifil es “un ataque al sur de Líbano” y bloquear carreteras en cualquier lugar es una “puñalada a la paz civil”.
La organización pidió al ejército y a las fuerzas de seguridad libanesas perseguir a los perpetradores y golpear con puño de hierro a los manipuladores.
Reportes de prensa indicaron que personas encapuchadas organizaron una movilización con el objetivo de provocar el caos en la carretera del aeropuerto.
Por segundo día sucesivo, ciudadanos salieron a las calles para denunciar la continua negativa del gobierno a recibir al avión iraní Mahan Air, lo que provocó que ciudadanos libaneses permanecieran varados en Teherán.
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