En el contexto de la mayor fiesta literaria en Cuba, «La Dama de Monsoreau», novela histórica de Dumas (padre), de 1846, y «El almacén de antigüedades», de Dickens, de 1840, colmado de sentimentalismo según los críticos, fueron el centro de un conversatorio incluido en el programa de la 33 edición del evento y considerado entre los más atractivos.
Presentados por la profesora Susana Haug, quien confesó haberse reencontrado con Dumas para «devorar» un ejemplar de 900 páginas, ambas narraciones pertenecen a dos autores coetáneos, que vivieron de la literatura en grandes potencias imperialistas, colonialistas; dos escritores prolíficos y muy populares.
Dumas y Dickens gozaron de un éxito extraordinario en vida, pudieron pasar de la pobreza a una especie de opulencia, tuvieron una gran aceptación, sobre todo, por parte del público, no tanto en todos los casos por la crítica.
Ambos autores están incuestionablemente en el canon de lo que llamamos la República Mundial de las Letras, describió la catedrática.
Con ellos pasa otra cosa muy interesante y es que están un poco descatalogados o desdibujados en novelas para adultos.
Es decir, Dumas, quien nunca escribió para niños, fue durante mucho tiempo el rey de las aventuras de capa y espada por entregas; el autor francés no publicada libros, sino liquidaciones periódicas y semanarios de capítulos seriados y se le encasilló con remanentes pedagógicos juveniles, reseñó Haug.
Mientras, las obras de Dickens sufren también ese sambenito dentro de las secciones infanto-juvenil, agregó la profesora.
A este novelista se le consideró el más creador de personajes, con una imaginería increíblemente desbordada, solo comparada con Shakespeare, ni siquiera Tólstoi, otra monstruosidad generadora de personajes, comentó la académica.
En cuanto a «La Dama de Monsoreau» pertenece a la colección Clásicos y esta edición tiene la firma de Anderson Calzada. «Almacén de antigüedades» está dentro de la colección Huracán y está editado por Mónica Cuéllar.
La Feria Internacional del Libro de La Habana tiene lugar desde el pasado 13 de febrero y concluye el 23 en la sede habitual de la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña, en esta capital, a donde asiste anualmente un amplio y diverso público con el afán de buscar textos de géneros variados.
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