Durante sus contactos de este martes, el mandatario enfatizó que Líbano negocia diplomáticamente con Estados Unidos y Francia para lograr la retirada total de Israel de los territorios ocupados restantes en el sur del país.

En palabras de Aoun, con la soberanía recuperada, el Estado es el único responsable de la seguridad y el control de las fronteras.

Indicó que la reconstrucción llevará tiempo y está ligada a reformas y esfuerzos anticorrupción.

En la ocasión, apuntó que la comunidad chiita es parte integral de Líbano y no está sitiada como algunos afirman.

Respecto a las medidas contra las aerolíneas iraníes, el jefe de Estado aseguró que están vinculadas a las sanciones existentes.

El presidente insistió en la necesidad de restablecer la confianza entre los libaneses y afirmó que nadie debería depender del apoyo externo para afirmar su dominio.

Llamó a afrontar los acontecimientos con calma, evitar tensiones y acusaciones de traición, al señalar que los libaneses ya sufrieron bastante y «están cansados de vivir tras barricadas».

En la propia jornada, Aoun junto al primer ministro Nawaf Salam y el titular del Parlamento Nabih Berri enfatizaron en la importancia de la retirada israelí en cumplimiento de las Resoluciones de la ONU, en particular la disposición 1701.

Tras una reunión en el Palacio de Baabda, las autoridades destacaron el papel del ejército y su plena disposición y preparación para asumir todas las funciones en las fronteras internacionales reconocidas para preservar la soberanía nacional y brindar protección al pueblo.

A su vez, consideraron la continua presencia israelí en cualquier centímetro del territorio libanés como una ocupación, con todas las consecuencias jurídicas que de ello se derivan de conformidad con la legitimidad internacional.

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