No comprendemos bien la lógica de Estados Unidos, dijo a la prensa la portavoz gubernamental, Sophie Primas, en otra vuelta de tuerca en las tensiones entre Europa y Washington, que con el regreso de Trump a la Casa Blanca cambió la postura antirrusa de su predecesor, Joe Bien, y prometió poner fin a la guerra.
La víspera, el presidente estadounidense reaccionó a las declaraciones de Zelensky quien acusó a Washington de negociar con Moscú el cese de las hostilidades en Ucrania sin contar con los ucranianos.
Has tenidos tres años para terminarlo (el conflicto), no debiste ni comenzarlo haciendo un trato (con Rusia), señaló Trump, quien además se refirió a la impopularidad del mandatario ucraniano y a la ausencia de elecciones por una ley marcial.
Primas manifestó que Francia busca coherencia en el tiempo para los “comentarios diversos, variados y a menudo difíciles de entender del presidente Trump”.
Las declaraciones de ayer van en esta línea, abundó.
Ayer Estados Unidos y Rusia sostuvieron en Riad su primer cara a cara de alto nivel en años, encuentro en el que el secretario de Estado, Marco Rubio, y el canciller, Serguei Lavrov, acordaron retomar los vínculos bilaterales y trabajar juntos para que la guerra acabe.
El acercamiento Washington-Moscú y su diálogo directo inquieta a la Unión Europea, marginada de momento de la búsqueda de las negociaciones de paz y aislada en el apoyo a Kiev, después de que Biden destinara miles de millones de dólares, modernas armas y sanciones para tratar de que Rusia perdiera la guerra.
Ante este escenario, el presidente francés, Emmanuel Macron, convocó el lunes al Elíseo a una decena de líderes europeos para fijar consensos, reuniones que continuará hoy con otros dirigentes del viejo continente.
Asimismo, el jefe de Estado galo llamó a Europa a fortalecer su capacidad militar para garantizar su soberanía, tildando a Rusia de amenaza existencial.
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