La primera visita del jefe militar de dos días tiene lugar además tras la estadía a inicios de este mes del secretario de Estado, Marco Rubio, quien insistió en la injerencia de China en la vía interoceánica, negada por las autoridades panameñas.
Holsey se reunirá con los ministros de Seguridad, Frank Ábrego; y con el canciller Javier Martínez-Acha para tratar asuntos de la colaboración en materia de seguridad, migración irregular y cómo resguardar el área de la ruta fluvial.
Además sostendrá además un encuentro con el administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez, sobre la importancia estratégica de la megaobra.
La llegada de Holsey se produce luego de que Panamá recibiera tres vuelos con ciudadanos sobre todo de naciones asiáticas, deportados desde Estados Unidos, unas 299 personas, de las cuales 171 decidieron retomar a sus países de origen, según el comunicado oficial.
La víspera, un total de 170 indocumentados, alojados en el Hotel Decápolis, de esta capital, fueron llevados a un campamento en Metetí, Darién, en la frontera con Colombia.
Otro centenar denunciaron las condiciones en que han sido retenidos y señalaron que no querían volver a sus países.
En la jornada se conoció que una ciudadana china, identificada como Zheng Lijuan, evadió el control y se fugó del inmueble, convertido en centro de recepción provisional para migrantes en tránsito, con la ayuda de “un individuo” que “merodeaba” por la zona, pero a las pocas horas fue ubicada, según el Ministerio de Seguridad.
En las últimas semanas, no hay constancia de informes oficiales sobre la crisis entre Estados Unidos y Panamá desatada por el Canal, tras días de tensiones, acuerdos previos y señalamientos.
Aún está pendiente incluso una llamada telefónica de Trump al presidente panameño, José Raúl Mulino, luego de una conversación programada para el pasado 7 de febrero y que el magnate republicano suspendió de manera unilateral, según dijo, por problemas de agenda.
Organizaciones populares han denunciado la presencia sistemática en Panamá de los respectivos jefes del Comando Sur -como antes lo hizo la general Laura Richardson- que como regla vienen a impartir indicaciones y políticas hostiles, de manera coincidente como ahora con diversas manifestaciones de protesta por reformas a la Caja de seguro Social.
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