En su confesión ante la Policía Federal (PF), el oficial de alto rango reveló detalles sobre un plan golpista para impedir la asunción del presidente Luiz Inácio Lula da Silva tras las elecciones de 2022.

Según su testimonio, Bolsonaro se reunió con los comandantes de las tres fuerzas armadas para discutir la posibilidad de un golpe de Estado que anulara los resultados electivos.

Esta aspiración violenta incluía la detención de opositores políticos y del ministro Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF).

Sin embargo, la negativa del general Marco Antonio Freire Gomes, entonces comandante del Ejército, a participar en la conspiración fue determinante para que el plan no prosperara.

Además, la acusación formal presentada por la PF contra Bolsonaro y otros 33 implicados en la tentativa golpista se basa en parte del testimonio de Cid.

Los cargos incluyen la planificación de un golpe de Estado para anular los resultados electorales y, en casos extremos, contemplaban el asesinato de Lula.

Tales revelaciones intensificaron las investigaciones y complicaciones legales para Bolsonaro, quien ya enfrenta otras acusaciones y fue inhabilitado políticamente hasta 2030 por abuso de poder.

La declaración del abogado Vilardi fue dada después de una audiencia con el presidente del Supremo, Luis Roberto Barroso.

Al salir de la reunión, manifestó que «hizo varias peticiones al ministro», pero no quiso adelantar el contenido. También aseguró que la divulgación de nuevos informes de la PF basada en la investigación del golpe «no complican» la situación de Bolsonaro.

«No tuve acceso a todos los medios. Esto tiene que ser analizado dentro de un contexto y no frases separadas», refirió.

El político ultraderechista y los otros involucrados en la confabulación golpista fueron imputados la semana pasada por la Fiscalía General al STF.

La denuncia será juzgada por la primera sala del Supremo compuesta por el relator De Moraes y los jueces Flávio Dino, Cristiano Zanin, Cármen Lúcia Antunes y Luiz Fux.

Si la mayoría de los magistrados acepta la denuncia, Bolsonaro y los otros inculpados se convierten en acusados y pasan a responder a una acción penal en la corte superior.

La fecha del juicio aún no ha sido definida. Considerando los trámites legales, el caso puede ser juzgado todavía en el primer semestre de 2025.

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