A través de su cuenta de X, criticó desde su posición de defensor del opción árabe y la pertenencia nacionalista las declaraciones y posturas recurrentes que buscan sembrar miedo entre los drusos del sur de Siria respecto a su integración bajo la nueva administración.
El dirigente partidista señaló, es comprensible, ya que los drusos siempre reafirmaron su pertenencia árabe e islámica a lo largo de la historia.
A su vez, destacó el legado honorable de los líderes de la comunidad drusa en Líbano y Siria.
Para el político libanés, los drusos no apuestan por las divisiones internas que algunos promueven dentro de Siria.
En este sentido, Arslan declaró que el tema depende de la claridad y honestidad de las nuevas autoridades de Damasco y su enfoque hacia la diversidad presente en Siria.
A propósito, insistió en el respeto a las particularidades de cada grupo, ya sea en la costa alawita, los kurdos, los cristianos, los chiitas, los drusos o incluso los sunitas.
En este punto, instó a declarar de manera clara la civilidad del Estado sirio para ofrecer una oportunidad genuina a todos los componentes del pueblo de integrarse bajo la protección del Estado, la Constitución y las leyes, disipando así temores con transparencia y sinceridad.
Arslan enfatizó que los responsables de la nueva administración declaren al país como una República árabe pura en su orientación política, libre de todas las fuerzas no sirias presentes en su territorio, comenzando por Israel.
Las declaraciones del jefe partidista ocurrieron tras una nueva incursión del ejército israelí en territorio sirio, llegando hasta las fronteras administrativas entre las provincias de Quneitra y Daraa en el sur.
El ataque israelí sucedió después de que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, anunciara que el ejército mantendrá sus posiciones en Siria como medida defensiva, precisó la red panárabe Al Mayadeen.
«No permitiremos que las fuerzas de Hayat Tahrir al-Sham o el nuevo ejército entren en las áreas al sur de Damasco, y exigimos el desarme total del sur de Siria, incluidas las provincias de Quneitra, Daraa y Sweida», declaró el jefe del gobierno de Tel Aviv.
Netanyahu también advirtió sobre una supuesta «amenaza» contra la comunidad drusa en Sweida.
En respuesta a estas afirmaciones, el líder del «Conjunto de los Libres de Swieda”, Suleiman Abdel Baki, rechazó cualquier intervención externa en los asuntos internos de Siria.
Ante las declaraciones de Netanyahu, sirios protestaron esta semana en plazas de Sweida, Quneitra y Alepo, y llamaron a todas las fuerzas nacionales y locales a enfrentar el proyecto israelí planteado.
Tras el derrocamiento del gobierno de Bashar Al-Assad a inicios de diciembre, Israel intensificó sus ataques aéreos para destruir la infraestructura militar, amplió la ocupación del Golán sirio al tomar el control de la zona desmilitarizada de amortiguación, así como el Monte Hermón y penetró en las zonas rurales de Deraa y Quneitra.
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