Alrededor de 600 camiones quedaron varados, todos cargados con productos como alimentos, medicamentos y materias primas destinadas a países centroamericanos, precisó la Cámara de Transportistas Centroamericanos (Catransca).

Debido a la medida de presión de vecinos que exigían la reparación de un tramo, la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) detalló que dejó de percibir aproximadamente 20 millones de quetzales (2,6 millones de dólares).

Tras la liberación de la ruta, esta entidad reforzó el personal en la aduana para agilizar las operaciones y atender a los transportistas afectados.

El intendente de Aduanas de la SAT, Edwin Orlando Curtidor, subrayó que se trabaja al máximo de la capacidad instalada y, de ser necesario, se brindará atención las 24 horas para normalizar el flujo comercial.

El presidente de la Cámara de Industria nacional, Raúl Bouscayrol, remarcó que la paralización afectó el abastecimiento de productos esenciales, aumentó los costos logísticos y, en consecuencia, encareció la canasta básica.

El cierre, iniciado el pasado 27 de febrero hasta la víspera, interrumpió el tránsito de mercancías esenciales e impactó la cadena productiva regional, por lo cual esta entidad y la de Comercio interpusieron un amparo ante la Corte Constitucional.

La directora ejecutiva de la Cámara de Comercio Guatemalteco-Americana, Waleska Sterkel, consideró, por su parte, que las pérdidas podrían ascender a 100 millones de dólares, al comparar el evento con otros similares.

Además, señaló, la exposición prolongada de mercancías peligrosas representó un riesgo para la seguridad y el medio ambiente.

La aduana Pedro de Alvarado resulta un importante punto de conexión entre los territorios de Centroamérica, con ingresos aduaneros para la tierra del quetzal de dos mil 38 millones de quetzles (casi 265 millones de dólares) en 2024.

Las mercancías que transitan por esta vía incluyen medicamentos, productos alimenticios, manufacturas de plástico, hilos y cables, entre otros.

El Gobierno de Guatemala enfrenta, a juicio de algunos analistas con cierta lentitud, el problema de la infraestructura vial (baches, derrumbes, y el mal estado de conservación), cuestión que afecta la economía y el bienestar de la población.

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