El ministro de Finanzas, Katsunobu Kato, negó en conferencia de prensa que el Ejecutivo, liderado por Shigeru Ishiba, esté adoptando alguna medida en busca de debilitar la divisa.

Hace apenas unas horas, el mandatario norteamericano amenazó con imponer aranceles adicionales a Japón y China por considerar que devalúan su divisa a propósito con la finalidad de sacar provecho de las ventajas comerciales previstas para suplir tal debilidad.

A fines de enero, el Banco de Japón (BoJ) anunció una subida hasta el 0,5 por ciento de los tipos de interés de referencia a corto plazo, al cierre de su primera reunión sobre política monetaria en 2025.

Desde el 31 de julio pasado hasta el 24 de enero del presente año, la tasa de interés de referencia a corto plazo estuvo fijada en el 0,25 por ciento.

A mediados de 2024, el BoJ dio pasos hacia la retirada gradual de una década de estímulos masivos; pues Japón mantuvo tipos de interés demasiado bajos durante unos 30 años, en medio de una deflación persistente.

Como consecuencia de la debilidad del yen (moneda nacional), el país experimentó un alza del turismo, el valor de las exportaciones nacionales y las ganancias empresariales, así como una gran disminución del valor de los sueldos de su población.

Para varios economistas, la decisión de elevar los tipos de interés de referencia a corto plazo constituye una medida coherente en el camino declarado por el gobierno de continuar normalizando la economía de esta nación asiática.

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