Según el mandatario, la alegada amenaza va más allá de Ucrania y afecta a Francia, al acusar a Moscú de no tener fronteras en una hostilidad que vinculó con la manipulación de elecciones y de la opinión pública y la ejecución de ciberataques en el viejo continente, entre otras acciones.
Entramos en una nueva era, dijo en su intervención Macron, quien mencionó como un desafío adicional el cambio de postura de Estados Unidos desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, con su acercamiento a Rusia, sus presiones a Kiev para el fin del conflicto y sus advertencias de imponer aranceles.
Al respecto, adelantó que la próxima semana vendrán a París jefes del Estado Mayor de varios países que consideró dispuestos a garantizar un futuro de paz para Ucrania.
Macron y el primer ministro británico, Keir Starmer, encabezan una cruzada europea para mantener el apoyo a Ucrania y potenciar su capacidad militar, pese a las acciones en otra dirección de su aliado Trump y las alertas de Rusia de que tal postura no conducirá a la paz.
El presidente galo afirmó que Francia realizará inversiones suplementarias en materia de la defensa, con la promesa de no aumentar los impuestos de cara a ese objetivo.
De acuerdo con el jefe de Estado, el actual escenario impone la independencia económica, industrial y financiera, lo que a su juicio pasa por decisiones presupuestarias y por la movilización de recursos tanto públicos como privados.
En otro orden, informó la decisión de abrir un debate sobre la posibilidad de poner el arsenal nuclear de Francia al servicio de aliados, como un instrumento de disuasión.
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