El 28 de febrero, la Confederación Brasileña de Fútbol dio a conocer una pre-lista con 52 jugadores y Neymar Jr. era uno de los nombres con posibilidades de volver a integrar el equipo nacional.
Brasil se enfrentará a Colombia, el día 20, y a Argentina, cinco días después.
De vuelta al país, Neymar Jr. también está más cerca del comité técnico de la selección que puede seguirlo y observar su recuperación física y técnica.
A sus 33 años y bajo un arcoíris de ilusiones, el astro retornó el 31 de enero al universo Santos, el club brasileño que lo vio nacer como futbolista y lo convirtió en profesional en 2009.
Con el equipo, el habilidoso atacante jugó hasta la fecha siete partidos en el llamado torneo Paulistão, anotó tres goles y dio tres asistencias.
En la última ronda de la fase de clasificación del campeonato, contra el Inter de Limeira, marcó un gol olímpico, el primero de su carrera.
Luego de un periodo inextricable en el Al-Hilal de Arabia Saudita, por lesiones que coartaron su participación a solo siete partidos en 17 meses, el apodado Príncipe reculó a sus raíces para recuperar la naturaleza de su talentoso fútbol.
Desde su insólito abandono del FC Barcelona en 2017, la estrella sufrió más de 20 contusiones que hicieron aflorar el desasosiego en clubes y la selección nacional.
Su regreso al Santos no solo representó una oportunidad para que Neymar Jr. recupere su nivel competitivo, sino también una esperanza para los brasileños que anhelan verlo brillar nuevamente con la Canarinha y, por ende, en su posible última Copa del Mundo a celebrarse en Estados Unidos, Canadá y México, en 2026.
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