“Ya no podemos confiar que en nosotros mismos (…), vivimos el momento de recuperar nuestro destino, particularmente nuestra seguridad y defensa”, subrayó el diplomático a la cadena BFM TV.
Sus declaraciones se produjeron en el contexto de una cumbre de la Unión Europea (UE) en Bruselas calificada de crucial por centrarse en el rearme del viejo continente, con un plan de 800 mil millones de euros sobre la mesa, y la continuidad de la ayuda militar a Ucrania, así como unas horas después de los propósitos expresados por el presidente Emmanuel Macron.
En una alocución televisada al país la víspera, el mandatario evocó la posibilidad de que Estados Unidos deje de ser un aliado, matizando sus comentarios con la frase: “yo creo que todavía lo es”.
Para Barrot, urge una independencia de la UE, y de Europa en general, con énfasis en la esfera de la defensa, una visión que anoche Macron extendió a los ámbitos económico, industrial y financiero.
No debemos aceptar más el hecho de ser dependientes de los estadounidenses, los sudcoreanos u otros en el aprovisionamiento militar y de nuestras arnas, subrayó el canciller.
Al respecto, insistió en que las discusiones de este jueves en Bruselas serán para pasar el mensaje: “queremos producir y comprar en Europa”.
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, el 20 de enero, y sus posteriores acciones hacer tambalear el actual orden mundial, al romper con el apoyo bélico a Ucrania y la postura antirrusa impulsada por su predecesor, Joe Biden, junto a la UE y al Reino Unido.
Trump negocia directo con su par ruso, Vladimir Putin, el fin de la guerra sin involucrar a la UE y a Kiev y amenaza con imponer aranceles a sus aliados europeos.
Macron encabeza una cruzada que de momento mantiene el pulso con Washington, al reiterar el respaldo a Ucrania y su rearme y al calificar a Rusia de amenaza existencial, justo cuando la Casa Blanca y Moscú protagonizan un acercamiento.
jcm/wmr





