El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados afirmó que solo así el mundo podrá “salvar lo que queda de la credibilidad de las instituciones internacionales y del derecho internacional”.

Al respecto, alertó que las normas globales están expuestas a una erosión severa y sin precedentes debido a las sistemáticas violaciones israelíes tanto en la Franja de Gaza como en Cisjordania. La Cancillería criticó en duros términos la campaña bélica en la Ribera Occidental, en especial en las norteñas ciudades de Jenin y Tulkarem, así como en sus vecinos campamentos de refugiados.

En ese sentido destacó las demoliciones de bloques enteros de edificios en esas urbes y los campamentos, que obligaron a huir a más de 40 mil palestinos.

Mientras el gobierno de Benjamin Netanyahu priva a nuestro pueblo en la Franja de Gaza de sus necesidades humanitarias más básicas, aprueba construir casi mil nuevas viviendas para colonos judíos en la zona ocupada de Jerusalén Este, advirtió.

El objetivo declarado es completar la judaización de la ciudad, para lo cual intenta cambiar su carácter e identidad política, cultural y geográfica al separarla de su entorno palestino y vincularla a Israel, afirmó.

El Ministerio también cuestionó la ola de violencia desatada por los colonos en Cisjordania contra la población civil y sus propiedades.

Alertamos sobre el peligro y las consecuencias de la escalada de genocidio, desplazamiento y anexión practicado por ese país, subrayó.

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