En un foro televisivo, los tres miembros del ente rector de los procesos electorales en este país subrayaron este viernes que los hondureños son los principales veedores de la cita con las urnas, al margen de las misiones de observación nacionales e internacionales acreditadas para la ocasión.
El CNE ratificó la víspera -por mayoría de votos- la propuesta del consejero Marlon Ochoa, del oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre), de que las actas sin validación biométrica serán retenidas y no computarán en el primer resultado preliminar de los comicios.
Ochoa remarcó que no serán sumados los resultados de las actas de cierre de las juntas receptoras de votos que obvien la biometría.
Explicó que esas actas serán compartidas con los partidos que concurren a las primarias -Libre, Nacional y Liberal-, al mismo tiempo que son recibidas por el CNE y puestas a disposición de manera pública en un repositorio después del segundo corte, a realizarse en sesión pública el mismo domingo.
El representante de Libre reiteró la obligatoriedad del uso del dispositivo biométrico (lector de huellas dactilares) e instó a sus compatriotas a exigir su utilización al emitir el sufragio, con el fin de evitar irregularidades en el proceso.
Aplicado por primera vez en unas elecciones en Honduras, este sistema, que será empleado también en los comicios generales del venidero 30 de noviembre, compara la información biométrica capturada en el momento de la votación con la base de datos del Registro Nacional de las Personas.
De esa manera, se confirma que el votante es quien dice ser al instante de llegar a la mesa, detallaron expertos.
La novedosa medida busca reforzar la confianza y transparencia en el proceso y garantizar la legitimidad de los resultados.
La utilización de la biometría fue aprobada por el Congreso Nacional (CN) de Honduras con el respaldo de los tres partidos mayoritarios que participan en la contienda de este 9 de marzo.
Precisamente, el presidente del CN, Luis Redondo, defendió hoy la implementación por vez primera de unos sistemas de validación biométrica y de transmisión de resultados electorales preliminares -conocido por sus siglas TREP-, tanto en las primarias como en las generales.
Recordó que los comicios primarios en Honduras carecieron de supervisión y control, lo cual -enfatizó- permitió la existencia de fraudes electorales sin consecuencias.
“Prácticas como el voto múltiple entre partidos y el inflado de votos por miembros de las juntas receptoras a cambio de pago han sido comunes”, denunció Redondo en su cuenta de la red social X.
El líder del legislativo acusó al bipartidismo (nacionalistas y liberales) de hacer creer que las elecciones son exclusivas de las organizaciones políticas, cuando en realidad son un derecho del pueblo hondureño, concluyó.
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