En la aldea fronteriza de Kafr Kila, los efectivos israelíes abrieron fuego contra una reunión de lugareños cerca del muro de separación y provocaron lesiones en civiles, incluido un trabajador sirio que sufrió heridas en la cabeza.
Al amanecer, colonos entraron en la «tumba de Al-Abbad», en las afueras de la aldea de Houla, como parte de una visita religiosa al lugar, que según los israelíes está vinculado al «rabino Ashi», mientras los lugareños de las ciudades del sur afirman que en realidad pertenece al jeque Al-Abbad.
De acuerdo con el diario Al-Akhbar, cuando la demarcación de las fronteras después de la liberación del sur en el año 2000, la Línea Azul pasaba por el centro de la tumba de Al-Abbad, dividiéndola en una mitad liberada y otra ocupada.
Con el paso de los años, las fuerzas israelíes comenzaron a erigir una valla sobre la parte ocupada de la tumba y organizaron visitas de colonos sin acercarse al lado libanés, precisó.
Sin embargo, el rotativo puntualizó que durante la última agresión sionista contra el país, se apoderaron de toda la tumba y quitaron la valla divisoria.
A pesar de la entrada en vigor del alto al fuego el 27 de noviembre, Israel continúa con los ataques contra civiles libaneses y sus aviones de guerra y drones bombardean localidades en el sur y la región de la Bekaa, en el este del territorio nacional.
El ejército israelí ocupa cinco colinas estratégicas en suelo levantino, en medio de la negativa de las autoridades de Beirut y en violación del plazo final para su retirada del sur del país el 18 de febrero.
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