La agenda del mandatario comenzó en el municipio Guanajay, ubicado a unos 30 kilómetros de la capital cubana y que se caracteriza por ser agrícola-industrial.

El jefe de Estado, junto al secretario de Organización del Partido Comunista de Cuba, Roberto Morales, llegó hasta la Empresa Productora de Ómnibus Evelio Prieto Guillama.

Considerada como imprescindible en el panorama industrial del país, en la entidad se reparan 100 ómnibus destinados al servicio urbano de La Habana, gracias a un donativo de China.

Según informó la Presidencia de la República en la red social X, la empresa prevé poner en marcha los ómnibus a finales de año, a la vez que trabaja en otros proyectos como el transporte ferroviario, triciclos eléctricos y ensamblaje de ciclomotores.

Díaz-Canel reconoció que en medio de las adversidades, los trabajadores del centro no se han detenido y han buscado alternativas, además insistió en la importancia de la calidad de las producciones.

Otro punto en el periplo del mandatario fue el barrio La Taconera, donde los pobladores conversaron con el presidente sobre los 375 años que cumplirá la ciudad y los próceres de la nación caribeña que nacieron allí.

Díaz-Canel también recorrió la escuela primaria José Ramón Martínez, en la que saludó a estudiantes y profesores, así como visitó el Polo productivo Primero de Enero.

En este último punto, el jefe de Estado conoció los resultados de la siembra de cultivos tales como el plátano, cebolla, frutas, ajo y tomate.

Tras conversar con el productor Alexander Escalona, de la Cooperativa Eduardo Panizo, el presidente se interesó por el pago a los productores, por parte de la empresa de acopio del municipio, que en estos momentos presenta atrasos.

Un tema, insistió, que debe encontrar la más rápida solución.

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