Más temprano, el servicio de prensa de la presidencia filipina informó que Duterte fue arrestado por la policía nacional al llegar desde Hong Kong a Manila, por una orden de la CPI que le acusa de crímenes de lesa humanidad.
Una audiencia preliminar tendrá lugar en la Corte, con sede en La Haya, una vez que el expresidente sea trasladado allí, presumiblemente en horas de la noche de hoy, según la vicepresidenta filipina e hija del exmandatario, Sara Duterte.
De su lado, el abogado Salvador Panelo, afirmó que la detención de Duterte es ilegal, porque “la orden se obtuvo de una fuente no confiable, de la CPI, que no tiene jurisdicción en el país”.
Duterte libró una guerra contra el narcotráfico durante su permanencia al frente de la alcaldía de Dávao (2013-2016) y, posteriormente, desde el cargo de presidente (2016-2022), pero fue blanco de duras críticas por parte de defensores de derechos humanos dentro y fuera del país por abusos cometidos en ese contexto, según la prensa local.
Del 30 de junio de 2016 al 31 de julio de 2018, sus operaciones antidrogas se saldaron con la muerte de cuatro mil 410 supuestos traficantes, según las estadísticas oficiales, o hasta 23 mil personas, de acuerdo con datos recopilados tras declaraciones de familiares de víctimas.
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